10 trucos para la cocina

◆ COCINA ◆

10 TRUCOS PARA LA COCINA

Imagen de cabecera del artículo en la que se muestra un wok.Fuente: Pexels (Pixabay) 

Por variar un poco con respecto a mi contenido original, he pensado que quizá sea buena idea ofrecer un texto menos pesado y de uso más inmediato. La cocina es una disciplina sin una metodología universal, y en cada casa se hace de forma diferente, por lo que hay mil y un técnicas y trucos que puede que no todo el mundo conozca. Veamos si os sabéis todos estos:

1) Pela y pica el ajo con facilidad
Simplemente coloca la hoja del cuchillo en horizontal sobre el diente de ajo y dale un par de golpes secos. La piel se desprenderá con facilidad. Una vez pelado, repite el mismo procedimiento hasta machacar el ajo, y termina de picarlo.

2) Evita llorar con la cebolla
Si lloramos con la cebolla es por el azufre que contiene. Al cortarla, se desprende y se mezcla con el agua de nuestros ojos, convirtiéndose en ácido sulfúrico y causando esa reacción tan molesta que nos hace llorar.
Para reducir esto, es recomendable tener un cuchillo muy afilado (esto evita desgarres en el tejido de la cebolla y reduce el azufre desprendido), pero otro truco consiste en cortar la cebolla en mitades o cuartos y pasarla por agua para retirar parte del compuesto.

3) Deja el pan como recién hecho
El pan se endurece con el tiempo, pero además de para hacer pan rallado, picatostes, torrijas y otros, podemos reaprovecharlo y dejarlo como nuevo con ayuda del horno.
Córtalo en porciones y humedécelo ligeramente (mójate las manos y empapa su superficie con ellas). Déjalo en el horno a unos 210º C durante 7-10 minutos, dándole la vuelta cuando haya pasado la mitad del tiempo. Consúmelo al momento o volverá a quedarse duro.

4) Facilítate la limpieza
Cuando preparamos un plato, en ocasiones se queda algo de comida agarrada a la sartén o a la fuente, y fregarla a mano es un fastidio. Puedes dejarla en remojo con un poco de lavavajillas (que esta es la opción más conocida) o también calentar agua en ella. El calor ayudará a que la comida se desprenda y puedas fregar sin dejarte el brazo en ello.

5) Mezcla ensaladas al instante
Prepara la ensalada y el aliño y combínalos en un bol. Tapa el bol con un plato que lo cubra por completo, agarra ambas partes con firmeza y agita muy fuerte. Tachán.

6) Aprovecha las verduras que te sobren
Si no sabes qué hacer con media zanahoria, un cuarto de cebolla, dos rodajas de calabacín y las otras hortalizas huérfanas que están en el fondo de tu cajón de verduras, rállalas y mézclalas con carne picada para hacer hamburguesas o albóndigas o tritúralas para hacer un puré o una salsa con la que acompañar pasta.

7) Afilado de urgencia
Si tienes un cuchillo que no corta ni la mantequilla, puedes afilarlo de forma extraordinaria con la base de una taza, deslizando repetidamente ambos lados del filo por la misma. No será un afilado profesional, pero te puede ayudar para cortar un par de tomates más. Aunque después de eso lo ideal sería llevarlos a que los afilen de verdad.

8) Dale más usos al pelador de patatas
Más allá de pelar patatas, el pelador puede servirte para hacer tiras o lazos vegetales de zanahoria, calabacín, pepino, batata... Puedes usarlos para ensaladas, salteados, frituras o para hacer unos falsos tallarines vegetales, por ejemplo.

9) Recalienta en el microondas pero bien
Para recalentar una comida en el microondas no hace falta un doctorado, pero sí algo más complicado que dejar el plato un minuto a potencia máxima. Por cómo funciona este aparato, lo ideal es distribuir la comida en una capa fina (no superior a 2-3 cm) uniforme por todo el plato, no centrarlo en el plato del microondas para que el calor se distribuya mejor, empapar ligeramente la comida con agua (el microondas reseca) y hacerlo a una potencia media-alta (aproximadamente unos 600 w) durante un poco más de tiempo (2-3 minutos). Así evitarás que se queme y se reseque por fuera y que por el interior la comida siga fría.

10) Ablanda la carne con el marinado
Para conseguir una carne muy tierna (esto es especialmente útil para carnes como la pechuga de pollo), dejar que se marine durante al menos un par de horas (pero cuanto más, mejor) en cebolla rallada, vinagre, zumo de cualquier cítrico (lima, limón, naranja, piña...) o mostaza hará que se vuelva mucho más tierna gracias a los compuestos que contienen, que provocan que las fibras de la carne se rompan.

¡Que paséis un buen día!

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