Cómo ahorrar tiempo en cocina
◆ COCINA ◆
CÓMO AHORRAR TIEMPO EN LA COCINA
En los últimos años, debido a los cambios socioeconómicos que hemos sufrido (haciendo especial hincapié en la palabra “sufrido”), el tiempo del que disponemos para cocinar se ha visto reducido drásticamente, así que las publicaciones de recetas casi instantáneas han ganado una gran popularidad.
Como comenté en el post “El precio de comer saludable”, el coste de la cocina también incluye el tiempo que empleamos en ella y yo también quiero crear mi propia guía sobre cómo ahorrar tiempo. Sin embargo, creo que es bastante importante prestar atención a la técnica y no únicamente las recetas, porque es realmente donde se gana (o se pierde) tiempo, y conociendo las técnicas apropiadas, las posibilidades son mucho más amplias que si nos aprendemos de memoria unas pocas recetas.
Autoría: Monoar Rahman (Pixabay)
Antes de empezar con ello, quiero explicar un poco mi punto de vista para dar una visión general.
El tiempo empleado en la cocina no se reduce únicamente al tiempo que pasa desde que enciendes el fogón hasta que lo apagas y esto es algo que muy a menudo se desestima. El tiempo en cocina comprende realizar la compra, preparar las herramientas y los ingredientes, cocinar y limpiar, por lo que abordaré todos estos puntos aportando mi experiencia (tanto profesional como amateur).
1) La compra
La compra es el primer proceso de nuestra alimentación que nos lleva tiempo. Nos pide hacer un hueco e ir a la tienda, lo cual a veces puede suponer una dificultad.
¿Cuál es la opción más sencilla para resolverlo? Pedir online. Aunque hay que tener en cuenta algunas cosas, claro.
Al pedir online la prioridad máxima será la compra de productos no perecederos o de larga duración, porque al no escoger por nuestra propia mano los productos frescos, no sabemos si nos llegará un producto que caducará en una semana o en dos días. Aunque si la compra online la hacemos en una tienda de la que nos fiamos, es posible encargar de paso los productos frescos.
Todos los supermercados cuentan con página web propia, pero también es posible comprar en mercados tradicionales gracias a que se está popularizando su paso a Internet. En Madrid, por ejemplo, disponemos de la plataforma Mercado 47 (que también permite comprar en mercados de Badalona), que reúne varios mercados. Cada mercado puede tener su propia plataforma, así que merece la pena echar un ojo al mercado más próximo (la compra en el comercio local siempre va a ser una opción fantástica para promover la economía local y bien distribuida).
Al igual que cuando hacemos la compra en físico, es recomendable tener una lista a mano de qué nos interesa, para evitar caer en compras innecesarias o compulsivas.
2) La técnica y las herramientas
Algo que muy a menudo se ignora porque no aporta ningún remedio inmediato es que el tiempo que emplees en la cocina depende muy directamente de tu técnica y experiencia. Cuanto más hayas cocinado, más habilidad tendrás, y por tanto serás capaz de usar con mayor rapidez las herramientas necesarias. También se aplica a los alimentos: a mayor grado de experiencia y conocimiento, mayor capacidad de elaborar recetas, aprovechar ingredientes y optimizar el tiempo de cocinado: para esto los libros de cocina y las cuentas en redes sociales o páginas webs dedicadas a la cocina son grandes aliados.
Es duro, pero parte del tiempo ganado consiste en práctica y aprendizaje. Y no hay muchos atajos al respecto.
Con respecto a las herramientas, ya elaboré una guía sobre los imprescindibles en cocina, aunque insisto en que la selección de herramientas que necesitemos dependerá de nuestros hábitos.
Si acostumbras a comer arroz a menudo, una arrocera será de gran ayuda y ahorrará mucho tiempo, por ejemplo. Las mandolinas, procesadoras de alimentos y picadoras también pueden regalarte minutos de vida si no tienes mucha maña con el cuchillo (aunque ganar la habilidad de hacerlo con el cuchillo te permite prescindir de depender de tantos cacharros extra).
En cualquier caso, si decides comprarte algún cachivache adicional para la cocina, recuerda que, de ser posible, es mejor invertir un poco más en obtener un producto de buena calidad y duradero que no comprar ocho veces su versión barata.
3) La mise en place y la planificación
¿La misen qué? La mise en place es el término con el cual nos referimos a tenerlo todo preparado antes de cocinar. Ingredientes, herramientas, tablas, sartenes… El objetivo es tener bien planificado qué vamos a hacer y cómo vamos a hacerlo, porque si planificamos bien podemos aprovechar mucho mejor el tiempo, pudiendo reducir el tiempo total u obtener mucho más en ese mismo lapso.
Lo importante es que todo lo que vayamos a usar sea accesible y evitar tener que revolver tierra, mar y aire mientras estérmos cocinando para encontrar lo que necesitamos, así que realmente a nivel doméstico es suficiente con tener a mano todo lo que vayamos a usar.
Profundizando un poco más, una vez empezamos a cocinar es recomendable considerar con antelación qué tomará más tiempo y qué nos permitirá hacer otras cosas para poder ser más eficientes. Por ejemplo, si vamos a hacer un plato donde necesitamos sofreír uno o dos ingredientes durante mucho tiempo, podemos preparar esos ingredientes primero y preparar el resto de ingredientes mientras se sofríen. Si queremos cocer pasta o arroz, podemos aprovechar el tiempo que tarden en preparar el acompañamiento o fregar. Y así hay mil ejemplos más: de nuevo, entra en juego la experiencia para saber cómo aprovechar al máximo estas circunstancias, pero voy a aprovechar y poner un ejemplo práctico para facilitar la explicación.
Pongamos, por ejemplo, que queremos hacer un pisto manchego con huevos fritos. En pocas palabras, el plato requiere cocinar la salsa de tomate, cocinar las verduras, mezclarlas y preparar los huevos fritos, además de preparar todos los ingredientes y lavar lo que vayamos ensuciando.
El método sencillo consistiría en hacer las cosas una a una: preparar todos los ingredientes, cocinar la salsa, cocinar las verduras, mezclarlo todo, cascar los huevos, freírlos, servir y finalmente limpiar todo.
Si optimizamos un poco el proceso, podemos preparar sólo los ingredientes de la salsa, cocinarla, y mientras se cocina, preparar el resto de ingredientes y cocinar las verduras, limpiando cosas entre medias:
Este es sólo un ejemplo de cómo hacerlo: lo importante es planificar bien el orden de las tareas y que no te quedes con las manos en los bolsillos mientras cocinas. Así evitarás prolongar tu estancia en la cocina más de lo necesario.
3) Cocinando
Aquí no hay mucho misterio: normalmente el tiempo que lleva una elaboración es similar, pero depende de tus fogones (la potencia no es exactamente la misma para todos los modelos) y las sartenes que uses (las de hierro fundido suelen necesitar algo más de tiempo para coger calor).
Más que el cocinado en sí, lo importante es qué y cómo cocinas. Los ingredientes, las técnicas y las cantidades a usar son las que determinan cuánto tardarás en hacerte la comida:
Los ingredientes
Todo ingrediente necesita un tiempo de cocción concreto, y esto depende del propio ingrediente y si ya está tratado de alguna forma.
Los vegetales más fibrosos (la zanahoria o los espárragos, por ejemplo) y las carnes con mayor cantidad de músculo y colágeno (carrilleras, jarrete…) son las que más tiempo necesitan para ser cocinadas, aunque también hay que tener en cuenta el tamaño de la pieza: cuanto más grande sea lo que vayamos a cocinar, más tardará en hacerse.
Si los ingredientes ya vienen cortados, limpios o cocinados de antes, nos van a ahorrar tiempo, obviamente. Aquí es donde entrarían los ultracongelados y las conservas, que suelen ser recursos muy útiles (y normalmente muy asequibles) para la cocina exprés.
Las técnicas
Las más populares para cocinar algo en poco tiempo son, sin duda, el salteado y la plancha. Son técnicas sencillas casi inmediatas, y si te apasiona el salteado, un wok será una herramienta muy útil en tu día a día ya que te permitirá saltear con mayor comodidad y en mayores cantidades: si tu presupuesto te lo permite, considera comprarte uno.
Otra técnica a considerar es el horneado (por razones que explicaré un poco más adelante) o, en su defecto, el uso de la freidora de aire (que no es más que un horno en miniatura). Gracias a que el horneado es una técnica que consiste en únicamente introducir y esperar (con quizá alguna vuelta de los alimentos de forma ocasional), te permite cocinar de forma pasiva mientras dedicas tu preciado tiempo a otras labores.
Para a quienes les gusten los guisos, tenemos la olla a presión, que permite reducir mucho el tiempo de cocción con respecto a una olla normal y, al igual que el horno, te permite cocinar platos (y en grandes cantidades) sin intervenir.
Finalmente, hay otras técnicas, o más bien recetas, que no requieren mucho tiempo, como el revuelto o la tortilla, las ensaladas, los sándwiches… Que nos permiten salvar una comida en cuestión de minutos.
Las cantidades
Por lógica, cualquiera pensaría que a menor cantidad, mayor velocidad, lo cual es técnicamente cierto, pero yo propongo lo contrario: cocina más para ahorrarte tiempo después.
La cocina se vale en gran medida del aprovechamiento: no sólo puedes aprovechar ingredientes que te sobren para un plato, sino que puedes aprovechar platos para crear otros platos. Por llamarlo de alguna manera, esto sería la cocina concatenada. Por ejemplo, un pisto que te sobre puede aprovecharse para hacer una salsa (basta con triturar el pisto con un poco de agua) con la que acompañar un pescado, o como base de una tortilla, una pechuga de pollo desmigada se puede aprovechar para hacer pasta, y así un largo etcétera.
Otra técnica relacionada es la de la cocina pasiva, que ya mencioné antes. Si se aprovechan los momentos libres mientras se cocina (o se dedica un poco más de tiempo un día), se pueden preparar comida de sobra con el horno (o la freidora de aire) o con la olla a presión. Por ejemplo, unas verduras asadas pueden acompañar a un plato sin problema, o también se pueden cocer legumbres para saltearlas más adelante. De nuevo, la experiencia y la práctica te enseñarán muchas formas de aprovechar lo que tienes en casa para ahorrarte tanto tiempo como dinero.
4) Recetas exprés
Y para acabar ya, aquí dejo un listado con unas cuantas recetas rápidas para dar alguna idea.
Sándwich vegetal
◆ Ingredientes: pan (integral), hummus, cebolla, tomate, calabacín, pimiento rojo asado en conserva y espinacas frescas.
◆ Cómo hacerlo:
1) Corta la cebolla en juliana, el tomate y el calabacín en rodajas finas y el pimiento rojo en tiras.
2) Saltea el calabacín.
3) Unta dos rebanadas de pan con hummus, pon el resto de ingredientes y dale una vuelta al sándwich por la sartén (fuego medio-alto durante un par de minutos cada lado).
Arroz frito
◆ Ingredientes: arroz cocido de antes y los ingredientes que quieras (puedes aprovechar tanto ingredientes frescos como restos de platos).
◆ Cómo hacerlo: tienes la receta aquí.
Ensalada al estilo griego
◆ Ingredientes: lechuga o la mezcla de hojas que prefieras, tomate, pepino, pimiento verde, aceitunas negras, queso feta, nueces, aceite de oliva, zumo de limón, orégano y pimienta negra.
◆ Cómo hacerlo:
1) Corta los ingredientes como prefieras para la ensalada: corta el tomate en gajos, el pepino en rodajas finas, etc.
2) Prepara el aliño: combina el aceite, el zumo de limón y las especias hasta obtener una mezcla homogénea.
3) Combina y sirve.
Espinacas con tomate y huevos a la plancha
◆ Ingredientes: cebolla, espinacas (frescas o congeladas), tomate fresco y 1-2 huevos.
◆ Cómo hacerlo:
1) Corta la cebolla en juliana y pica el tomate y las espinacas.
2) En una sartén, cocina a fuego medio la cebolla hasta que se vuelva translúcida. Añade las espinacas y el tomate y sigue cocinando unos diez minutos hasta que el tomate esté deshecho (si quieres un extra, puedes añadir algún queso desmigado cuando le quede un poco para terminar de hacerse para que se funda).
3) Mientras se cocinan las espinacas y el tomate, prepara los huevos a la plancha (si no puedes o no quieres comer huevos, puedes sofreír legumbres como garbanzos o judías junto a las espinacas en su lugar)..
4) Combina los huevos con las espinacas y sirve.
Ensalada de tomate, pimiento rojo y bonito
◆ Ingredientes: cebolla, tomate fresco, pimiento rojo asado en conserva, bonito en conserva (o atún en su defecto), aceitunas negras, aceite de oliva, vinagre de Jerez (o el que prefieras), pimienta negra y romero.
◆ Cómo hacerlo:
1) Corta la cebolla en juliana, el tomate en gajos, el pimiento en tiras y las aceitunas en láminas. Saca el bonito o el atún de su envase (aprovecha el aceite que lleven para el aliño).
2) Prepara el aliño combinando el aceite de oliva (y el del bonito/atún si lo llevaba), el vinagre y las especias.
3) Combina y sirve.
Pasta al pesto
◆ Ingredientes: pasta tipo espagueti o tallarines (integral), albahaca, aceite de oliva virgen extra (la proporción entre albahaca y aceite es de 1:1 en peso), piñones, queso parmesano rallado, un diente de ajo y pimienta negra.
◆ Cómo hacerlo:
1) Tuesta los piñones en una sartén a fuego medio hasta que se doren ligeramente (puedes usar otros frutos secos como almendras, nueces, avellanas...). De mientras, pica la albahaca (no hace falta que sea un picado muy concienzudo).
2) Cuece la pasta al dente (suele ser suficiente con unos siete minutos). Reserva un poco del agua de cocción antes de colarla.
3) Mientras se cuece la pasta, tritura el resto de ingredientes con ayuda de una batidora (o un mortero si quieres seguir el método tradicional), empezando por el ajo, los piñones, la albahaca (previamente picada), el queso y finalmente el aceite. Tritura hasta obtener una salsa cohesionada (no hace falta que sea un puré completamente homogéneo).
4) En una sartén a fuego medio-alto, saltea la pasta con una o dos cucharadas del pesto y un poco del agua de cocción de la pasta hasta que todo se integre bien (2-3 minutos debería ser suficiente) y sirve.
Garbanzos salteados al curry
◆ Ingredientes: garbanzos en conserva, curry en polvo y aceite de oliva.
◆ Cómo hacerlo:
1) Cuela los garbanzos.
2) En una sartén con un poco de aceite, saltea los garbanzos.
3) Cuando estén dorados, añade el curry en polvo y saltea un poco más antes de servir. Puedes preparar este plato añadiendo otras verduras y legumbres, queso desmigado al final, haciendo un revuelto de huevos con los garbanzos, etc.
Pollo al currywurst
◆ Ingredientes: cualquier carne de pollo (fresca o ya cocinada de antes), cebolla, tomate triturado y curry en polvo.
◆ Cómo hacerlo:
1) Corta la cebolla en juliana. Si no está cocinado ya, prepara el pollo en filetes o en trozos pequeños.
2) Sofríe el pollo (si es fresco) en una sartén hasta que se dore y retíralo. Si no tienes o no quieres usar pollo, puedes preparar este plato con pescado, legumbres, verdura… Tradicionalmente se hace con salchichas Bratwurst (de ahí el nombre).
3) En la misma sartén, sofríe la cebolla unos minutos hasta que empiece a transparentar. Añade el tomate triturado y el curry en polvo, mezcla bien y deja que cocine a fuego medio hasta que se reduzca un poco.
4) Una vez la salsa haya espesado, añade el pollo de vuelta, cocina 2-5 minutos más y sirve.
Ensalada de garbanzos y huevo cocido
◆ Ingredientes: lechuga o la mezcla de hojas que prefieras, espinacas frescas, garbanzos en conserva, tomate fresco, cebolla, queso de cabra, un huevo, aceite de oliva, vinagre de Jerez (o el que prefieras), y pimienta negra.
◆ Cómo hacerlo:
1) Corta la lechuga como prefieras, el tomate en gajos y la cebolla en juliana. Desmiga el queso de cabra.
2) Casca el huevo en una taza o un vaso, tápalo con papel film, hazle un agujero al mismo, y calienta el huevo en tandas de 15 segundos en el microondas hasta que se haga. Normalmente con un minuto en total es suficiente (es recomendable no hacerlo del tirón para evitar que almacene demasiado calor y explote).
Una vez hecho, pícalo o córtalo en rodajas o en gajos.
3) Cuela y lava los garbanzos para retirar su agua de conserva.
4) Prepara el aliño combinando el aceite, el vinagre y la pimienta negra hasta obtener una mezcla homogénea.
5) Combina todo y sirve.
Puré de verduras
◆ Ingredientes: verduras al gusto.
◆ Cómo hacerlo:
1) Pica las verduras que quieras. Para un puré, la cebolla siempre vale, y como regla general, combinar verduras del mismo color suele dar buenos resultados (calabaza y zanahoria, calabacín, judías y/o guisantes, etc.).
2) Saltea las verduras hasta que estén totalmente cocinadas. También puedes aprovechar verduras que ya tenías cocinadas de antes.
3) En una batidora, tritura toda la verdura con un poco de agua o caldo de verdura. Si te queda muy líquido o quieres espesar el puré, puedes añadir aceite, leche o nata, por ejemplo.
4) Sirve. Si quieres decorar el puré, puedes hacerlo con frutos secos picados, un poco de aceite por encima, especias, picatostes, etc.
Bol de yogur y fruta
◆ Ingredientes: yogur natural (sin azúcar) y fruta fresca.
◆ Cómo hacerlo:
1) Pica la fruta que quieras.
2) En un bol, combina la fruta con dos o tres cucharadas de yogur natural. Puedes combinarlo con canela, frutos secos picados, chocolate negro rallado o picado, avena integral, etc. De la misma forma en la que el desayuno no tiene por qué ser dulce, la cena tampoco tiene por qué ser salada.
En resumen:
· Para ganar tiempo en cocina, hay que prestar atención no sólo a cuando cocinamos, sino a la compra, la preparación de los ingredientes y la limpieza.
· Para ahorrar tiempo en la compra, el método más sencillo para ahorrar tiempo es comprando online, aunque suele ser recomendable reservar esto principalmente para los productos no perecederos y las conservas.
· En cuanto a la preparación de los alimentos, es importante tener todo a mano y ganar práctica con las herramientas que usemos, para poder usarlas con mayor rapidez. También es posible comprar alguna herramienta o aparato como una mandolina o una arrocera si le vamos a dar mucho uso.
· Antes de cocinar es fundamental planear qué vamos a hacer y cómo hacerlo. Si te organizas bien, podrás aprovechar los momentos libres para adelantar el resto de pasos de la receta, preparar otras cosas o lavar lo que hayas ensuciado, por ejemplo.
· Los ingredientes, las técnicas de cocinado y las cantidades que vayamos a hacer también afectan al tiempo que vayamos a usar. Los ingredientes más pequeños y menos fibrosos se cocinarán mucho antes y el salteado y la plancha son los métodos más rápidos. Si cocinas grandes cantidades, podrás aprovecharlas en el futuro como punto de partida de otras comidas.





Comentarios
Publicar un comentario